No tengo palabras para describir lo increíble que ha sido pasar un fin de semana en esta casa. El lugar es idílico y a la casa no le falta detalle. Todas las habitaciones tienen baño (y las duchas son una pasada).
Olga, la propietaria, ha sido muy, muy, muy amable en todo momento, desde la llegada, dejándonos un regalo de bienvenida riquísimo, hasta ofreciéndose a mandarnos por correo unas cosas que nos dejamos.
Olga, la propietaria, ha sido muy, muy, muy amable en todo momento, desde la llegada, dejándonos un regalo de bienvenida riquísimo, hasta ofreciéndose a mandarnos por correo unas cosas que nos dejamos.
Volveremos 100000000% seguro.