Nos alojamos 15 personas en la Casa de las Golondrinas para pasar las Navidades, y todo salió a pedir de boca. A la casa no le falta de nada, es comodísima y está decorada con un gusto exquisito. Aunque estuvimos en invierno y nos llovíó, pudimos utilizar la barbacoa techada del patio sin problemas (en esta zona sería pecado no poder hacer una barbacoa). El entorno, increible. Descubrimos el precioso pueblo de Jerez de los Caballeros a un tiro de piedra y con todos los servicios necesarios. Habrá que volver en verano para disfrutar de su magnífico patio con piscina. Pero lo mejor de todo, su propietario, Eduardo. De trato exquísito desde el primer contacto telefónico, nos recibió como un amigo y nos hizo sentir como en casa. Ánimo, Eduardo, tu proyecto es todo un éxito. Nosotros, seguro, repetiremos.