Somos una pareja con un niño pequeño. Viajamos una media de 4 veces al año y nos gustan particularmente las zonas rurales y la naturaleza, quizás porque en Tenerife, nuestro lugar de residencia, el turismo de masas ha hecho que de esto lamentablemente vaya quedando poco.
Estuvimos en "Casa Manolín" en marzo de 2009 y quedamos tan satisfechos que hemos repetido en octubre pasado, queriendo reseñar que en ambas ocasiones el tiempo estuvo soleado y la temperatura muy agradable.
Viajando tan asiduamente hemos tropezado con todo tipo de alojamientos y propietarios. Intentando ser lo más objetivo posible, quisiera señalar que esta casa, de fácil localización y atractivo entorno, nos resultó muy confortable en todos los sentidos. Espacio, equipamiento interior, zona de esparcimiento exterior, mobiliario cuidadísimo y una decoración de gusto exquisito son algunos de los atributos más destacables, si bien dejo un hueco especial en este comentario para hacer mención al encomiable trato que el propietario, Eduardo, dispensa a sus clientes. Sin temor a exagerar, merece 5 estrellas. Son matices y detalles que se aprecian desde la primera vez que contactamos por teléfono y que inspiran mucha confianza, algo tan importante cuando se trata con un extraño. Mi mujer y yo nos sentimos muy agradecidos de ese reiterado esfuerzo por complacer cada una de nuestras necesidades. Nos gustaría mucho llevar a mis suegros este año 2011 con la certeza de saber escoger con el éxito que ellos merecen.
Algunas particularidades a tener en cuenta:
-Proximidad a la frontera con Portugal, donde se come fenomenal y baratísimo.
-Cercanía al pueblo de Jerez de los Caballeros. Se está en el campo, pero a tiro de piedra de un pueblo rico en patrimonio histórico y provisto de establecimientos comerciales.
-En la casa esta segunda vez se habían renovado recientemente las camas y se había instalado calefacción en todas las habitaciones.
- En la cocina hay absolutamente todo tipo de útiles y enseres, así como pequeños electrodomésticos.
-Nos pusieron ropa de cama y toallas para parar un tren.
-La hora de llegada fue un tanto intempestiva debido al horario programado de nuestro vuelo a Sevilla. Sin embargo, no hubo ningún obstáculo para atendernos tan tarde y facilitarnos mucha información de utilidad, tanto sobre la zona como sobre la gastronomía típica.
Estuvimos en "Casa Manolín" en marzo de 2009 y quedamos tan satisfechos que hemos repetido en octubre pasado, queriendo reseñar que en ambas ocasiones el tiempo estuvo soleado y la temperatura muy agradable.
Viajando tan asiduamente hemos tropezado con todo tipo de alojamientos y propietarios. Intentando ser lo más objetivo posible, quisiera señalar que esta casa, de fácil localización y atractivo entorno, nos resultó muy confortable en todos los sentidos. Espacio, equipamiento interior, zona de esparcimiento exterior, mobiliario cuidadísimo y una decoración de gusto exquisito son algunos de los atributos más destacables, si bien dejo un hueco especial en este comentario para hacer mención al encomiable trato que el propietario, Eduardo, dispensa a sus clientes. Sin temor a exagerar, merece 5 estrellas. Son matices y detalles que se aprecian desde la primera vez que contactamos por teléfono y que inspiran mucha confianza, algo tan importante cuando se trata con un extraño. Mi mujer y yo nos sentimos muy agradecidos de ese reiterado esfuerzo por complacer cada una de nuestras necesidades. Nos gustaría mucho llevar a mis suegros este año 2011 con la certeza de saber escoger con el éxito que ellos merecen.
Algunas particularidades a tener en cuenta:
-Proximidad a la frontera con Portugal, donde se come fenomenal y baratísimo.
-Cercanía al pueblo de Jerez de los Caballeros. Se está en el campo, pero a tiro de piedra de un pueblo rico en patrimonio histórico y provisto de establecimientos comerciales.
-En la casa esta segunda vez se habían renovado recientemente las camas y se había instalado calefacción en todas las habitaciones.
- En la cocina hay absolutamente todo tipo de útiles y enseres, así como pequeños electrodomésticos.
-Nos pusieron ropa de cama y toallas para parar un tren.
-La hora de llegada fue un tanto intempestiva debido al horario programado de nuestro vuelo a Sevilla. Sin embargo, no hubo ningún obstáculo para atendernos tan tarde y facilitarnos mucha información de utilidad, tanto sobre la zona como sobre la gastronomía típica.