Nosotros fuimos en agosto con 2 niños de 5 y 8 años. El lugar está fenomenal, la casa muy acogedora y limpia, su dueña, Angelita, siempre muy atenta. Hay espacio al aire libre para que los niños jueguen con un parque, juguetes, bicis... y en plena naturaleza. El trato muy personal y agradable. Lo recomiendo.