El sitio es súper agradable, el restaurante tiene una terrazita muy muy bonita y la comida es original y de cercanía. El trato del dueño te hace sentir como en casa. Nosotros hemos comido una paleta de cordero y unas verduras que estaban deliciosas! Además de todo esto tienen habitaciones y una piscina que està sumergida en un entorno bucólico.