Qué ver en Villarroya De Los Pinares

Situada en la carretera de Teruel a Cantavieja, en la parte septentrional de la Sierra de Gúdar, a una altitud de 1337 metros. Confluyen el río Guadalope, nacido en su término, el del Agua Blanca y el barranco del Cañadizo, en un terreno sumamente abrupto y montañoso.

Su casco urbano con un trazado medieval, se reparte entre tres colinas, a ambos márgenes del Guadalope. Toda la villa encierra interés, en cualquier rincón o casa podemos encontrar detalles y elementos que suscitarán nuestra curiosidad, en su mayoría de la segunda mitad del siglo XVI. Obtuvo la declaración de Conjunto Histórico Artístico el 15 de diciembre de 1982. Sin grandes edificios espectaculares, abundan por toda la población un buen número de casas solariegas. Destaca por encima de todo el estado en que ha llegado a nuestros días este conjunto urbano y que merece ser rehabilitado y preservado para las generaciones futuras.

Entre los edificios de mayor importancia cabe resaltar la Iglesia de la Asunción, (S. XV-XVII), con dos partes bien diferenciadas, gótica, con portada de 1459, y renacentista, con algunos elementos del barroco. La renacentista (1605-1612), obra de Juan Vélez de Palacios, corresponde a la reforma y ampliación del edificio, llevada a cabo por monseñor Francisco Peña, hijo de la población, auditor y decano del Tribunal de la Rota en Roma, con proliferación de escudos heráldicos. Al siglo XVI corresponde el gran Pórtico o lonja existente junto a la iglesia, obra renacentista con cuatro grandes arcos, similar al existente en Fortanete, el artesonado de este atrio desapareció en la pasada guerra civil. El Ayuntamiento (1589), renacentista, con portada adintelada de sillería, la planta baja con pórtico y tres arcos. El Portal del Ayuntamiento (S. XVI) el único que se ha conservado de los existentes en la villa. La Torre Campanario (S.XIII-XVI), donde estaba el antiguo castillo, coronada por almenas, con dos etapas una medieval, y la superior renacentista (1573). La Casa Peña (1610-1616), magnifico edificio renacentista, de tres plantas, obra de Juan Vélez de Palacios, con portadas de sillería y escudos. La Fuente (S. XVI) destacado ejemplar renacentista, que abastecía a sus vecinos, junto al río Guadalope. La Ermita de la Purísima (S. XVIII), con portada de sillería adintelada.

La gastronomía típica es rica y variada. Por ejemplo las patatas picadas, cocido, migas, gachas, cordero asado, cordero a la pastora, chuletas de cordero, patatas jutas, ternera asada, cecina, jamón serrano y en especial la conserva y embutido del cerdo.