El trato de Martín y su esposa, así como las instalaciones, fueron excelentes. Llegamos y ya tenían las brasas preparadas en la barbacoa, todo estaba muy limpio y había detalles como bolsitas de té, cola cao, una bandeja con kitkat, gel hidroalcohólico en todas las habitaciones, sillas y mesas adicionales. No tiene chimenea, pero no fue necesario debido a las bombas de calor. Por la noche no había ruidos de vecinos y nuestros perros disfrutaron corriendo por el amplio terreno. En resumen, todo muy agradable. ¡Esperamos regresar en verano!