La casa está aislada (justo lo que buscábamos), en la punta del monte con unos paisajes preciosos. Amplia, bien equipada, decorada con gusto... El trato inmejorable, tanto por parte de Lola, la dueña, como con Pili, que nos recibió a la llegada y antes de partir. Nos sentimos como en casa. Si alguna vez volvemos por la zona, repetiremos sin duda. Muy recomendable.
La casa está aislada (justo lo que buscábamos), en la punta del monte con unos paisajes preciosos. Amplia, bien equipada, decorada con gusto... El trato inmejorable, tanto por parte de Lola, la dueña, como con Pili, que nos recibió a la llegada y antes de partir. Nos sentimos como en casa. Si alguna vez volvemos por la zona, repetiremos sin duda. Muy recomendable.