Qué ver en Pesaguero
Pesaguero es uno de los municipios menos conocidos de la comarca de Liébana al que pertenecen: Avellanedo, Barreda-Dos Amantes, Caloca, Cueva, Lerones, Lomeña-Basieda, Obargo, Pesaguero-Laparte, Valdeprado y Vendejo. Está situado al pie de la Cordillera Cantábrica, entre las cumbres de Peña Labra y Bistruey, ambas superiores a los 2000 metros.
La actividad económica básica de la población es la ganadería de tipo vacuno de montaña, especialmente de raza pardo alpina y frisona. Se crían asimismo cabras y ovejas para abasto. Por lo que se refiere a la agricultura se basa en la pradería para el ganado y en cultivos de tipo forrajero.
Pesaguero, al igual que otros municipios de la comarca, destaca por sus extensos y magníficos bosques -encinares, robledales y hayedos-, y por la belleza de sus pueblos, en los que se pueden encontrar interesantes muestras de arquitectura popular.
Las manifestaciones arquitectónicas de Pesaguero tienen un elevado valor histórico, tanto desde el punto de vista religioso como del civil. Destaca el conjunto de iglesias rústicas dispersas por todo su territorio, como la de Lomeña, en la que se encuentra una interesante pila bautismal del año 1200. Además en Avellanedo y Valdeprado se conservan dos de los pocos hórreos que aún existen en Cantabria. Mención especial merecen la iglesia parroquial de San Pedro, situada en Pesaguero; la ermita de la Inmaculada, donde se celebran misas ordinarias desde 1991; y la iglesia románica de Caloca, que ha sido declarada como monumento de Interés Cultural por la Diputación Regional de Cantabria en 1996.
