Rápido proceso de check-in. Es una casa rústica pero muy bien cuidada, conservando la esencia de Menorca. Dispone de una cocina comunitaria, cubiertos y platos que permiten no tener que comer fuera siempre. Lo que más me gustó y es un gran detalle es el sistema de ósmosis donde puedes rellenar tus botellas de agua sin ningún coste adicional.