Es un lugar precioso, provisto de todas las comodidades y además enclavado en plena sierra. Es muy acogedor, tranquilo e íntimo, ideal para descansar y relajarse; de lo más recomendable teniendo en cuenta también que el trato personal es exquisito y las instalaciones cuentan con un restaurante donde sorprende la calidad y variedad de sus platos. Mi calificación es de extraordinario, digno de recomendar y por supuesto...volver.