Un hotel maravillo. Muy bonito, tranquilo. Los dueños encantadores, con un servicio impecable y los desayunos y cenas realmente buenos en calidad y variedad. Completamente recomendable.
A modo de ejemplo del paraje en el que se encuentra situado, la primera noche que estuvimos, había un cielo completamente despejado y se podían apreciar una gran cantidad de estrellas y constelaciones, sin ninguna contaminación lumínica, lo que hizo más especial la estancia.
A modo de ejemplo del paraje en el que se encuentra situado, la primera noche que estuvimos, había un cielo completamente despejado y se podían apreciar una gran cantidad de estrellas y constelaciones, sin ninguna contaminación lumínica, lo que hizo más especial la estancia.