Pasamos un fin de semana espectacular con 4 parejas y niños, y no nos faltó de nada. Adolfo, el propietario, es una persona maravillosa e inolvidable, y se encargó de que nuestra estancia fuera perfecta desde la llegada hasta la salida. Incluso nos preparó churros para el desayuno. Limpieza, ubicación y paisajes, todo excelente. ¡Estamos deseando volver!