No tengo palabras para mi estancia en Valvellidos. Era mi tercera vez y tiene un motivo. La primera y segunda mi hija era más niña (entre los 10-13 años) y disfrutó como una loca porque se la llevaban a dar de comer a los animales, a montar en un caballo que tienen, a coger huevos,... en fin, a todo lo que ellos hacían y lo compartían con los niños. Siempre me ha pedido volver a la finca y , por una cosa o por otra, no se pudo, en más de una ocasión porque estaban llenos) Hoy en día mi hija tiene 21 años y como regalo sorpresa decidimos llevarla a la finca y llevarnos a su novio. Como comentario os dejo los que me dijo mi hija: " Mamá, con tu regalo la habéis "cagado". Si la idea era que ya no me iba a gustar, ahora me gusta aún MAS!!!! Y mi novio a flipado. Os voy a pedir ir más aún"
Sólo decir que el encanto no es sólo el sitio que es para tener una desconexión total. Los bungalows perfectamente preparados, por cierto, las camas súper cómodas, al ladino de Jaraiz y del bonito pueblo de Garganta, cerca de paseos espectaculares como puede ser por la Garganta Mayor, con posibilidad de contratar ruta por caballo, ... en fin, montón de razones. Sin embargo, como siempre; debo decir que el mayor valor son las maravillosas personas que lo regentan: Avelino y Peter. Son capaces de perder dinero por dejar que sus huéspedes estén cómodos. Te ayudan absolutamente en TODO aunque sea en horas que uno quiere de todo menos entender a un cliente. No tengo palabras para agradecer tanta amabilidad y por crear un ambiente tan agradable. Sientes que estás totalmente en tu casa. Gracias también a su amiga, Silvia, que es un amor y que ha prometido informarme de esos retiros de yoga que tienen una pinta espectacular y por ser tan simpática.
Aunque lo parezca, soy una cliente, no me son nada, pero de corazón les digo que volveremos porque en ningún sitio me he sentido mejor.
Sólo decir que el encanto no es sólo el sitio que es para tener una desconexión total. Los bungalows perfectamente preparados, por cierto, las camas súper cómodas, al ladino de Jaraiz y del bonito pueblo de Garganta, cerca de paseos espectaculares como puede ser por la Garganta Mayor, con posibilidad de contratar ruta por caballo, ... en fin, montón de razones. Sin embargo, como siempre; debo decir que el mayor valor son las maravillosas personas que lo regentan: Avelino y Peter. Son capaces de perder dinero por dejar que sus huéspedes estén cómodos. Te ayudan absolutamente en TODO aunque sea en horas que uno quiere de todo menos entender a un cliente. No tengo palabras para agradecer tanta amabilidad y por crear un ambiente tan agradable. Sientes que estás totalmente en tu casa. Gracias también a su amiga, Silvia, que es un amor y que ha prometido informarme de esos retiros de yoga que tienen una pinta espectacular y por ser tan simpática.
Aunque lo parezca, soy una cliente, no me son nada, pero de corazón les digo que volveremos porque en ningún sitio me he sentido mejor.