Volvemos encantados. Un fin de semana extraordinario: el paisaje, la comida y, sobre todo, el trato acogedor y familiar de Avelino, Peter y Mely. Los bungalows son muy cómodos y el entorno- animales de la finca, paisaje de la Vera, con cerezos en flor y cumbres nevadas de Gredos al fondo - es muy atractivo para niños y mayores. Recomiendo asimismo disfrutar de la exquisita comida casera de Avelino. Sin duda, para repetir . Lo intentaremos.