Sin duda alguna, una experiencia para repetir. Lugar perfecto para desconectar del día a día y conectar con la naturaleza. Agradecemos a Cris y Gabi, los propietarios, por su atención y trato recibido. Desde el inicio fueron muy atentos y amables. Gracias por mostrarnos la planta del espárrago y por compartir con nosotros su visión de la vida y sencillez. Volveremos.