Es una casa espaciosa y confortable en la que no se omite ningún detalle. Aunque las fotografías no le hacen justicia, una vez allí, la sensación mejora gracias a su orden y limpieza. La propietaria es encantadora, siempre dispuesta a ayudar con cualquier cosa que pudiera hacer falta. Pasamos la Nochebuena allí en familia y junto a la chimenea, fueron unos días para el recuerdo.