ESTUPENDA. Hemos estado este primer fin de semana de Agosto y lo hemos pasado genial. Teodoro,el dueño, una bellísima persona, con un trato amigable y siempre con una buena palabra. Gran recibimiento por su parte. La casa es preciosa e impoluta, manteniendo una limpieza superior para estos tiempos, ya que hasta las llaves te las da después de haberlas limpiado.Repetiremos.