Hemos estado este fin de semana dos parejas y la experiencia ha sido maravillosa. La casa simplemente acogedora, limpia y muy bien situada, con ese aire de casas de pueblo antiguas (muebles, vigas y suelo de madera)pero con todas las comodidades de ahora. El anfitrión, Teodoro, muy agradable y detallista. Sin duda repetiremos.