Llegamos con lluvia y frio pero la casa estaba muy bien calentada y no falta nada en cuanto al confort, incluso había productos hechos a casa (membrillo, mermelada...) y del jardin. El cuarto de baño es pequeño pero tiene la ventaja de una ducha de lujo. Toño y Raquel muy amables y atentos. Muy recomendable.