Nos hospedamos en esta casa durante la Semana Santa en régimen de media pensión. La habitación era adecuada, aunque estaba ubicada en el primer piso junto a la escalera y tenía un par de inconvenientes menores: poca luz natural y el ruido de otros huéspedes subiendo y bajando las escaleras. Los desayunos estaban muy bien, ofreciendo una variedad de opciones y la posibilidad de repetir. Las cenas eran aceptables, aunque hay que tener en cuenta que las bebidas, postres y cafés se cobran aparte y pueden aumentar el coste de la cena.