Quince días del mes de agosto fantásticos. La casa especialmente diseñada para la comodidad .La ubicación perfecta para largas caminatas. Reseñable el silencio nocturno, perfecto para el descanso. El pueblo y sus habitantes, especialmente entrañables y hospitalarios. Mención aparte merecen los dueños, muy agradables en el trato y siempre atentos a las necesidades que pudiéramos tener en el día a día. Veraneo tranquilo y pleno de excursiones por lugares todavía sin masificar....justo lo que buscaba. Gracias.
Recomendable desde todos los puntos de vista.