La casa es preciosa, todo cuidado al detalle y no le falta de nada (utensilios de cocina, productos de limpieza, gran variedad de geles y jabones en el baño!!! toallas y mantas). En plena naturaleza y en una aldea muy tranquila. Llevamos a nuestra gatita que disfrutó como una enana al igual que nosotros.
Benja, el anfitrión, y su familia son encantadores, siempre pendientes por si necesitábamos algo, un trato muy cercano.
Seguro que repetiremos
Benja, el anfitrión, y su familia son encantadores, siempre pendientes por si necesitábamos algo, un trato muy cercano.
Seguro que repetiremos