Hay pocas flores azules como la Flor de Loto, y pocas casas como La Casa del Loto... Tiene magia en cada rincón, mucha energía positiva en cada estancia... Nos hemos enamorado de ese lugar y solo pensamos en volver pronto. Gracias a Gabriel por crear este espacio y a Cristóbal por sus manos únicas que nos hicieron flotar y dormir como angelitos.