Fuimos a Cal Comorera a pasar las Navidades. La casaes preciosa, no le falta detalle, incluso estaba decorada para tan especial ocasión.
El trato con Eduard, su propietario, fue inmejorable, todo fueron facilidades, desborda amabilidad.
La limpieza impecable, todas las instalaciones y equipamientos necesarios, para garantizar el máximo confort de sus huespedes.
El precio super ajustado, porque cumple con creces las expectativas.
En definitiva muy recomendable, pasamos una estancia estupenda, nos sentimos como en casa.
El trato con Eduard, su propietario, fue inmejorable, todo fueron facilidades, desborda amabilidad.
La limpieza impecable, todas las instalaciones y equipamientos necesarios, para garantizar el máximo confort de sus huespedes.
El precio super ajustado, porque cumple con creces las expectativas.
En definitiva muy recomendable, pasamos una estancia estupenda, nos sentimos como en casa.