Eduard y Carme han sido unos anfitriones muy amables y generosos. El alojamiento es mejor de lo que ya parece, cuidan cada detalle y tiene de todo lo que puedas necesitar para disfrutar de unos días de desconexión. Un punto muy importante para mí y que también cumple con ello es la comodidad de las camas, todos hemos descansado muy bien. Sin duda volveré en otra ocasión! ¡Gracias familia!