La casa es extremadamente acogedora, todo estaba impecable, y las camas, increíblemente cómodas. Nuestra anfitriona, Contxita, nos recibió con huevos frescos de su gallinero. Estuvo siempre dispuesta a ayudar y la casa contaba con todos los utensilios necesarios para nuestra estancia. Además, nos proporcionó la leña para los días que estuvimos. Recomiendo este lugar sin dudarlo.