Una maravilla, la casa es preciosa con todo lo necesario y en una ubicación perfecta, puedes andar por el pueblo sin necesidad de utilizar coche y al entrar en ella y salir al porche trasero parece que te encuentras en medio del bosque. Todo un lujo para desconectar unos días. El dueño Rafael siempre pendiente para que puedas necesitar. Volveremos sin duda en breve.