La casa merece mucho la pena. Todo nuevo, muy limpio y muy bien cuidado además de un trato excelente por parte del anfitrión. Las vistas al valle son impresionantes y el pueblo acogedor. La unica pega quizá son las ventanas tan cercanas de los vecinos colindantes que te pueden ver desde arriba como te das un baño en la piscina o mantienes una charla con tus amigos, quita algo de intimidad. Por lo demás todo estupendo.