Un lugar muy agradable para hospedarse, con unas vistas impresionantes. No hay ascensor, por lo que puede ser un desafío si llevas mucho equipaje o un cochecito de bebé. Aunque no cuenta con aire acondicionado, no lo echamos de menos ni siquiera durante una ola de calor. La terraza es un plus, pero se agradecería un espacio para secar la ropa. Los propietarios son muy atentos y amables. En general, lo recomiendo encarecidamente.