Hemos estado 4 días y 3 noches. La casa tiene de todo y no echas en falta nada. Una casa de piedra encantadora, nos hemos sentido como en casa. La atención es inmejorable. Es un pequeño pueblo en el que solo hay un restaurante, donde puedes comprar pan, ningún comercio más. Así que tienes que ir con previsión de llevar comida y si no tienes supermercados a menos de 10 minutos.