Una casa llena de encanto y diferente a muchas otras que hemos visitado por su distribución y decoración. La casa es amplia y su entorno es inmejorable. Perfecta para ir con niños ya que dispone gran terreno con césped donde los peques pueden correr y disfrutar sin peligro. Dispone de un porche junto al comedor perfecto para comer o cenar incluso si lloviera, igual que la barbacoa que es muy amplia y techada. Nos gustó mucho también la piscina de agua natural aún estando el agua un poco fría recomiendo pegarse un baño. Fuimos un grupo de 11 adultos y 4 niños y sin duda es una casa para repetir. Su anfitriona María es una chica simpática y muy atenta y desde el primer momento se preocupó de hacer que la estancia en su cada fuese perfecta.