Hemos estado en la casa II con nuestros tres niños. La casa nos ha parecido preciosa. Las vistas espectaculares. El entorno, las vistas, todo fenomenal. A los niños les ha encantado los animales: los gatitos, la perra Selva (de Ricardo), el perro Pancho (de Amparo y Sergio), los burritos (de Pepe), que nos dieron un paseo... A nosotros nos ha encantado la hospitalidad de la gente del pueblo; no solo de Ricardo, el dueño, sino de la gente en general: Charo, que junto con la dueña de la tienda del pueblo (no recordamos el nombre :-$ ) nos enseñó la casa, y Amparo y Sergio, que nos abrieron la puerta de la suya como si fueramos familia, después de conocernos de apenas un paseo por los alrededores del pueblo.
Altamente recomendable.
Altamente recomendable.