Estuve alojada en Nochevieja del 29/12/17 al 01/01/18, junto a 9 amigos más, éramos 5 parejas.
La casa es IDEAL, está cuidado cada mínimo detalle. La cocina está equipada por absolutamente todo lo que te puedas imaginar. Las habitaciones son súper bonitas, cada una tiene su baño propio, a cada cual más bonito, la casa en general, guarda ese estilo de casa antigua con techos bajos y madera a doquier, es perfecta para ocasiones así, donde quieres sentirte como en casa.
Jose Antonio es genial, jamás había tenido un propietario tan atento, se preocupa por todo lo que necesites en el momento que sea durante tu estancia, es todo humildad y humanidad. Comimos dos días del huerto y estaba todo riquísimo.
El pueblo es pequeñito pero la gente es muy agradable y cercana. Tomamos las uvas en la plaza con los vecinos que había en esas fechas y otros inquilinos de la otra casa rural de Jose Antonio, al son de las campanadas de la iglesia del pueblo, y alrededor de una gran fogata que los vecinos hicieron para estar calentitos, fue genial. Una nochevieja diferente y especial.
A escasos km hay otros pueblos donde puedes encontrar bares, supermercado, y demás sitios de interés para necesidades concretas.
Sin lugar a duda, repetiría y repetiré.
¡GRACIAS, JOSE ANTONIO!
La casa es IDEAL, está cuidado cada mínimo detalle. La cocina está equipada por absolutamente todo lo que te puedas imaginar. Las habitaciones son súper bonitas, cada una tiene su baño propio, a cada cual más bonito, la casa en general, guarda ese estilo de casa antigua con techos bajos y madera a doquier, es perfecta para ocasiones así, donde quieres sentirte como en casa.
Jose Antonio es genial, jamás había tenido un propietario tan atento, se preocupa por todo lo que necesites en el momento que sea durante tu estancia, es todo humildad y humanidad. Comimos dos días del huerto y estaba todo riquísimo.
El pueblo es pequeñito pero la gente es muy agradable y cercana. Tomamos las uvas en la plaza con los vecinos que había en esas fechas y otros inquilinos de la otra casa rural de Jose Antonio, al son de las campanadas de la iglesia del pueblo, y alrededor de una gran fogata que los vecinos hicieron para estar calentitos, fue genial. Una nochevieja diferente y especial.
A escasos km hay otros pueblos donde puedes encontrar bares, supermercado, y demás sitios de interés para necesidades concretas.
Sin lugar a duda, repetiría y repetiré.
¡GRACIAS, JOSE ANTONIO!