Casa de pueblo de tres alturas, a pie de aldea con pocos vecinos, muy tranquilo, ideal familias par pasear coger moras, ver animales del campo ir a la granja. Madame Odette y su familia son atentos y cordiales, nos trataron muy bien y con mucha información de qué hacer y dónde ir. la casa de autor con su madera de olivo, acogedora, romántica y moderna a la vez que rural. Para repetir