Celebramos nuestro tercer Año Nuevo en La Torre, lo cual habla por sí mismo. La casa es perfecta, y Leonor, la propietaria, es extremadamente amable y atenta. Pasamos un tiempo estupendo y es muy probable que volvamos. Además, los dulces del pueblo son irresistibles. Un fuerte abrazo a Leonor de parte de Geni, Trini y la familia.