Este lugar es un absoluto desastre. No está aseado, en el baño están los sobres de champú viejos en la mampara de la ducha, de los anteriores viajeros. El dormitorio tiene un ventilador de techo que no se puede encender. También tiene una televisión que no se puede enchufar. Pedí la cena en el restaurante abajo y tardaron exactamente una hora y 10 minutos en traerla, se trataba de arroz a la cubana, cosa más básica del mundo. Pregunté si podía desayunar al día siguiente, y me hicieron pagar el desayuno por anticipado. El lugar es muy ruidoso, justo debajo de las habitaciones que están en el primer piso tienen un garito con música alta.