Nosotros hemos estado pasando 10 días en el cobijo de Villar y solo podemos decir que de maravilla. Sus propietarios son excepcionales, atentos y gente como la que ya queda poca. La casa es acogedora y se encuentra en un lugar único como los que ya quedan pocos en España. Es un lugar por descubrir. Gracias a Merce, a Manuel, a Pepin y a Cari. Nos han hecho pasar unas vacaciones únicas.