Pasamos dos semanas muy agradables, bien atendidos por Manuel y por Fina. El entorno es muy tranquilo, y esta muy cerca de las playas, con la autovía al lado para visitar Padrón, Ribeira o Santiago.
La casa es cómoda y bonita, y los desayunos eran sencillos pero muy ricos.
El único problema que tuvimos era que n no hay ascensor e íbamos con carrito de bebé, pero no nos resultó molesto, y las niñas disfrutaron mucho de las cabras que se ocupan de cortar las hierba de la parcela y también del gato.
La casa es cómoda y bonita, y los desayunos eran sencillos pero muy ricos.
El único problema que tuvimos era que n no hay ascensor e íbamos con carrito de bebé, pero no nos resultó molesto, y las niñas disfrutaron mucho de las cabras que se ocupan de cortar las hierba de la parcela y también del gato.