Hemos estado una semana en Agosto y volvemos encantados. No conocíamos la zona y ha sido un descubrimiento muy agradable. Hasta los días de lluvia tienen en Cantabria un encanto especial. La casa es muy coqueta y cómoda, no le falta de nada, incluso disfrutamos de su minibiblioteca. La dueña lo hizo todo fácil, ¡gracias Isabel!.