Seis años consecutivos alojándonos en las casucas dice mucho del cariño que esta tierra ha despertado en nosotros, y muy en especial el que hemos encontrado, y es recíproco, en Javier y Belén, los propietarios del lugar más encantador y tranquilo que podría nadie imaginar.
Sólo puede haber buenas palabras para ellos, y para el lugar que con tanto mimo y esmero cuidan, y al que dedican su vida.
Como siempre, muchas gracias por todo.
Nos vemos el año que viene.
Sólo puede haber buenas palabras para ellos, y para el lugar que con tanto mimo y esmero cuidan, y al que dedican su vida.
Como siempre, muchas gracias por todo.
Nos vemos el año que viene.