Recomendados por unos amigos hemos pasado varios días en esta casa y hemos podido corroborar su opinión. La casa está totalmente equipada, la limpieza es exahustiva, la comida rica y abundante y el trato personal excelente. El pueblo es muy bonito, destacan en él las casas de barro y adobe, los restos romanos, los cerezos y sus gargantas naturales; es recomendable no perderse la procesión del Encuentro y la quema de Judas del sábado santo. En resumen una casa preciosa para pasar unos días alternando visitas culturales, baños en sus cristalinas gargantas naturales, actividades de ocio al aire libre y degustando su rica gastronomía. Repetiremos.