Hemos estado cuatro días alojados en La Casa de la Abuela. Nuestra estancia ha sido de ensueño. La casa está dotada hasta el más mínimo detalle, todo listo para entrar y para disfrutar y relajarse. La cocina con todo lo necesario, los baños, la decoración, la limpieza y el orden. Hasta un patio fresquito donde relajarse y mantener una conversación tranquila al ritmo que marcan las campanas del campanario. El trato con la propietaria inmejorable, pendiente en todo momento de nuestra comodidad.
El entorno inmejorable también. Un pequeño pueblo con todas las comodidades y con la tranquilidad de la gente y sus calles, con la plaza para tomarse un vinito relajados mientras los niños corren y juegan tranquilamente por las calles y plaza. Hay que volver a Peñaranda más a menudo.
Gracias Isabel por hacer nuestra estancia tan y tan agradable.
El entorno inmejorable también. Un pequeño pueblo con todas las comodidades y con la tranquilidad de la gente y sus calles, con la plaza para tomarse un vinito relajados mientras los niños corren y juegan tranquilamente por las calles y plaza. Hay que volver a Peñaranda más a menudo.
Gracias Isabel por hacer nuestra estancia tan y tan agradable.