Mi pareja y yo estuvimos un fin de semana en Casa Serenidad. Nos gusta mucho el deporte al aire libre y allí pudimos hacer un poco de todo. Hicimos algo de senderismo un día y Btt el otro. La zona es preciosa, tranquila, aire limpio y puro. Sólo se oyen los sonidos de la tierra, desde que amaneces hasta que te acuestas.La calma es total, así que este lugar es altamente recomendable para además conectar contigo mismo, meditar y hacer un poco de yoga en su amplio jardín exterior. Todo super agradable. El propietario fue muy amable con nosotros, y estuvo disponible para todo. Namaté!