Pasé el cuarto fin de semana de agosto junto a mi pareja. Dentro de la casa está todo nuevo y tiene todo lo necesario que se pueda desear, muy equipada. Fernando nos recibió y fue muy amable con nosotros y los productos de la tierra que nos dio estaban riquísimos. El entorno es tranquilo, es un viñedo, fuera del pueblo perfecto para relajarse. La accesibilidad buena porque se accede en coche desde una carretera, llegas hasta escasos metros de la entrada a la casa. La cama, servicios, limpieza, menaje y por supuesto, la barbacoa, todo genial. Nos encanto la decoración rústica de la habitación. En cuanto al entorno, tengo que comentar que el Río Alberche es una gozada, disfrutamos de varios baños tanto el sábado como el domingo. Volveremos! Recomiendo una experiencia así!