Una casa súper equipada y muy acojedora, la calefacción y la chimenea hacen que la casona esté muy calentita por la noche. Situada en un entorno maravilloso, rodeado de bosques y agua por doquier. Silencio y paz. De su propietario Pepe, solo puedo decir: amable, servicial, cordial, todo se le hace poco para sus inquilinos. Cuatro dias inolvidable para las seis personas que allí hemos estado. VOLVEREMOS, YA LO CREO.