Hemos estado pasando el puente de Todos los Santos en esta casa y sólo tenemos palabras buenas para calificarla: la casa preciosa, a todo detalle y a todo confort. Pero lo que es aún mejor: los dueños, Marina y Avelino, unas personas encantadoras, en todo momento pendiente de nosotros y de nuestros niños, a quienes tuvieron ganados desde el primer momento. Un lujo disfrutar del impresionante paisaje. Todo ese paz y tranquilidad. Y si los mayores disfrutamos... ni os imaginais los niños !!! No quería moverse de la casa de lo bien que se lo pasaron. Gracias Marina, gracias Avelino, sois encantadores. Ojala podamos volver pronto.