Estuvimos alojados en la otra casa de Patricia, al lado de Nabolera, y la estancia fue fantástica. La casa recién reformada, amplia, cómoda y con todo lo necesario, para una pareja o para tres o cuatro personas. El pueblo bonito, tranquilo y con Nava a un paso. Y Patricia con su amabilidad y simpatía siempre disponible para cualquier cosa. En resumen, las dos casas son muy recomendables y esperamos volver a disfrutarlas. Un saludo