El trato con la anfitriona fue muy cordial y atento. Al llegar, la casa ya estaba caldeada, todo muy limpio. La casa es encantadora con cinco habitaciones y baño en suite. La ropa de cama y toallas estaban impecables. La cocina está totalmente equipada. Y la barbacoa fue la guinda del pastel. Se encargaron de traernos el pan y la leña, son personas muy generosas