Nosotros fuimos a finales de Junio y esuvimos hasta casi mitad de Julio.
Todo fue perfecto; la casa una maravilla, en perfecta ubicación, con unas vistas inmejorables y todo muy limpio y agradable.
Lo que más nos impacto fue el recibimiento de Esther, su propietaria, que tras avisarle de nuestra tardanza en la llegada, nos dejó la nevera casi llena para que no nos fuéramos a la cama sin cenar, sobre todo nuestras hijas pequeñas. Agua, fruta, pan, embutido, bebidas, etc. Todo un detallazo. También nos prestó varias sombrillas para poder ir a la playa. Mejor no pudo ser y mejor no se pudieron portar, se desvivian ante cualquier comentario.
Por esto y por lo que Málaga nos ofreció fue una estancia y viaje digno de recordar el resto de nuestras vidas.
Muchas gracias.
Todo fue perfecto; la casa una maravilla, en perfecta ubicación, con unas vistas inmejorables y todo muy limpio y agradable.
Lo que más nos impacto fue el recibimiento de Esther, su propietaria, que tras avisarle de nuestra tardanza en la llegada, nos dejó la nevera casi llena para que no nos fuéramos a la cama sin cenar, sobre todo nuestras hijas pequeñas. Agua, fruta, pan, embutido, bebidas, etc. Todo un detallazo. También nos prestó varias sombrillas para poder ir a la playa. Mejor no pudo ser y mejor no se pudieron portar, se desvivian ante cualquier comentario.
Por esto y por lo que Málaga nos ofreció fue una estancia y viaje digno de recordar el resto de nuestras vidas.
Muchas gracias.